
"Miró su mano y leyó a través de ella:
“SARDINAS ESPANOLA”.
Bajó la escalera,
pero el peldaño podrido no cedió.
Se tumbó sobre la mesa
y se imaginó a sí mismo como un calamar monstruoso.
Y al cruzar el umbral,
tras la cerradura rota,
encontró un bosque de espirales."
Ramon Trigo ( 30 dias antes de )